Título original: Guardians of the Galaxy
Año: 2014
Duración: 122
min.
País: Estados
Unidos
Director: James
Gunn
Guión: James
Gunn, Nicole Perlman (Cómic: Dan Abnett, Andy Lanning)
Música: Tyler
Bates
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Chris
Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Bradley Cooper, Vin Diesel, Lee Pace,Benicio
del Toro, Michael Rooker, Karen Gillan, Glenn Close, John C. Reilly, Djimon
Hounsou, Ophelia Lovibond, Paulina Boneva, Josh Brolin, Laura Haddock, Emmett
Scanlan
El temerario aventurero Peter Quill es objeto de un
implacable cazarrecompensas después de robar una misteriosa esfera codiciada
por Ronan, un poderoso villano cuya ambición amenaza todo el universo. Para
poder escapar del incansable Ronan, Quill se ve obligado a pactar una
complicada tregua con un cuartero de disparatados inadaptados: Rocket, un
mapache armado con un rifle, Groot, un humanoide con forma de árbol, la letal y
enigmática Gamora y el vengativo Drax el Destructor. Pero cuando Quill descubre
el verdadero poder de la esfera, deberá hacer todo lo posible para derrotar a
sus extravagantes rivales en un intento desesperado de salvar el destino de la
galaxia.
He de reconocer que el universo cinematográfico que ha
creado Marvel basado en sus propios cómics me fascina. Así películas como Iron Man (2008), The Incredible Hulk (2008),
Iron Man 2 (2010), Thor (2011), Capitán América: el primer vengador
(2011), Los Vengadores (2012), Iron Man 3 (2013), Thor: The Dark World (2013) y Capitán
América: El Soldado de Invierno (2014) comparten configuración, personajes
y actores. También tengo que reconocer que cuando Marvel anunció Guardianes de la Galaxia para verano de
2014, el proyecto no me llamó en absoluto la atención. Bien es cierto que
aportan un toque de frescura, una historia desconocida para la mayoría de
nosotros, pero eran los personajes los que no me terminaban de convencer. ¿Cómo
iba a congeniar ese grupo tan heterogéneo? Roocket el mapache y Groot el arbusto,
ambos recreados por ordenador. El típico guaperas chuleta de Chris Pratt, la
(no tan) buenorra Zoe Saldana, y el fortachón Drax, interpretado por nada menos
que Batista, ¡el de la WWE! A mí entender de esta película se podían esperar
muchas cosas, y no del todo buenas, y el posterior trailer no mejoró mis
expectativas, ya que mostraba que el tono que iba a utilizar su director, James
Gunn, era una mezcla entre épica y humor que podía llegar a ser hasta ridículo.
Sin duda una apuesta arriesgada, pero Guardianes
de la Galaxia se estrenó hace una semana en EE.UU siendo un éxito en
taquilla, cosechando buenas críticas entre prensa y espectadores, y tildándola
como “mejor Blockbuster del verano”. Así que mis ganas de darle una oportunidad
crecieron exponencialmente.
Y ahora que he visto la película tan solo puedo preguntar,
¿es que estamos locos? “¿Lo mejor que ha hecho Marvel hasta la fecha?” “¿La
nueva Star Wars?” Debo ser de otra
galaxia, porque, aunque la película entretiene, y supera mis expectativas con
creces, no es mejor que Los Vengadores o
El soldado de invierno, ni muchos menos comparable a Star Wars. Argumento sin ninguna trampa, elementos que hemos visto
miles de veces, personajes llenos de clichés, y un malo, que poco o nada tiene
de carisma. Y sin embargo es el tono de la película, lo que más me preocupaba
desde que vi el trailer, lo que hace que la historia funcione. La sensación de
continua ironía, de no tomarse demasiado en serio a sí misma, una parodia de
este subgénero de superhéroes que Marvel está sobreexplotando tanto
últimamente. Josh Wheddon es un genio del humor y los buenos diálogos, pero
James Gunn nos ofrece unos cuantos gags a su altura, que hizo que la sala de
cine estallase a carcajadas en diversas ocasiones. Minipunto para él y su
original forma de aunar humor, aventura y ciencia ficción.
En cuanto a los personajes, mi otro gran drama fue resuelto
gratamente. La química entre los protagonistas es inmejorable. El trabajo que
hizo el director con los actores fue muy bueno, en especial Batista, que sin
pertenecer al gremio nos brinda una actuación nada criticable. Roocket y Groot,
personajes creados digitalmente, algo que al principio, no convencía a muchos
fans, hacen un dueto estupendo. Quill queda bastante graciosete, y su gusto
musical nos enamorará a muchos, siendo Gamora el personaje más flojo. Otra cosa
que no entendí, y explotaron poco y mal, es el interés romántico entre Gamora y
Quill. Supongo que está ahí porque parece que en toda película tiene que haber
una mínima dosis de romanticismo. En cuanto a los personajes malos no podemos
decir lo mismo. Marvel sigue sin encontrar un villano que esté a la altura de
las circunstancias. Ronan es malo malísimo, porque alguien tiene que ser malo
malísimo, pero su personalidad es nula. Planea acabar con el planeta Xandar
por, ¿odio? ¿Ambición? ¿Justicia? ¿Una mezcla de estas? Si es así, el guión del
film no te permite profundizar en ningún momento cual es el ideal de Ronan. El único villano que impone un poco es su compinche Thanos,
al que vimos en la escena post-créditos de Los
Vengadores, y a quien sin duda veremos en próximas películas del estudio.
Por otro lado, me esperaba más de los papeles de Benicio del Toro y Glenn Close
que se resumen en simples cameos, una pena desperdiciar tanto talento. Aunque
para Cameo estelar, y esto siempre me pasa cuando veo una película de Marvel,
el de Stan Lee.
Resuelto de buena manera el tema del tono, y la
compenetración de los personajes protagonistas, llegamos al argumento, y ahí es
donde la historia flojea. La trama es tan simple que no me convenció, al igual
que las motivaciones de los protagonistas. Pasan de ser unos pringaos a
salvadores del universo, ¿por qué? ¿Por qué si a priori son unos malhechores
deciden dar la vida por un planeta que no es el suyo? ¿Si quieren ayudar por
qué no simplemente avisan al Cuerpo Nova y que se encarguen ellos? ¿Por qué no
huyen al otro extremo de la galaxia y salvan su pellejo? ¿Qué les hace cambiar?
Tal vez fuera una actitud justificable en Drax y Gamora, que se mueven por
venganza hacia Ronan, ¿pero los otros tres? El discurso de: “antes éramos unos
perdedores y ahora podemos hacer algo grande”, no me termina de convencer, y a
lo que voy es: ¿qué les hace querer ser ‘Guardianes de la Galaxia’? Simple y
llanamente moralina.
Los efectos especiales son alucinantes, pero es lo mínimo
que deberíamos pedir a una película de 170 millones de dólares. Grabado de una
manera en la que el 3D funciona, en el aspecto visual, destacar la paleta de
colores tan vivos, que hacen de los escenarios un auténtico paraíso para la vista.
Otro elemento a la altura de los escenarios es la banda sonora. Nacido en los
ochenta, Peter Quill lleva a todos lados su walkman con música de los 70/80
dotando a la película de personalidad, y creando un clima atípico en este
subgénero espacial. Podremos escuchar entre otros a los Jackson 5, David
Bowie, The Runaways, o la estupenda "Hooked on a Feeling" de Blue
Swede, que se ha convertido en himno de la película.
En definitiva, un toque de aire fresco para un estudio que
nos bombardea a secuelas. Consigue su cometido que es entretener, y un par de
gags te sacarán una sonrisa. Pero no nos engañemos, Guardianes de la Galaxia no se puede comparar con Star Wars, Star Trek, o incluso, Los
Vengadores, porque a demás de contar con un argumento mucho más sencillo, no
utiliza el mismo tono para contarnos una historia épica.
Crítica de nuestra colaboradora Laura Magaña. (@Lauramm92) Gracias ! ;)
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