El cine y el deporte siempre han
ido de la mano, especialmente en cuanto al ámbito de transmitir emociones y
situaciones que a veces sobrepasan la gran pantalla y que quedan lejos del
espectador.
Y es que el cine, un sinfín de
emociones, relatos épicos, realidad virtual o acción descontrolada, ve el
deporte como un escenario en el que puede combinar varias de esas cualidades en
una misma película. La emoción, la épica, la acción e incluso la historia en
algunos casos cobran un protagonismo excepcional que engancha al espectador
corriente a la pantalla y al deportista que está detrás de la misma. Eso es lo
bueno de la combinación cine-deporte. Enamora al espectador habitual y emociona
al deportista que acude a ver una película relacionada en cierto modo con su
vida diaria, con su día a día.
Así, a pesar de que hay muchos
títulos destacados en el mundo del deporte que se podrían recomendar aquí como
Tinates, Moneyball, Un domingo cualquiera, Ali o Coach Carter, pensando en las
cualidades mencionadas anteriormente, pienso que son películas que hay que ver
sin falta Invictus, Jerry Maguire y Million Dollar Baby.
En primer lugar, tenemos
Invictus. Con el rugby
como protagonista, Invictus cuenta la historia de cómo el deporte fue capaz de
unir a un país con Mandela como promotor y con los Springboks como
protagonistas con Matt Damon dando vida al legendario capitán sudafricano. Lo
excepcional de esta película es que cuenta cómo el deporte puede cambiar la
concepción de un país impulsado por un director de orquesta inigualable como
Mandela que encuentra la tecla perfecta para llevar a cabo ese cambio. Sin
duda, aquel Mundial cambió la visión del pueblo sudafricano sobre los problemas
raciales, algo que se relata a la perfección durante el film. Una película que,
si te gusta el deporte y la historia, no te puedes perder.
En cuanto a Jerry Maguire, sin
duda es una historia en la que la mezcla entre lo emotivo y la realidad de lo
que es el mundo del deporte en el mundo de la representación te sumerge en la
película. El abandono de Jerry Maguire (Tom Cruise) cuando decide cambiar el
guión de su vida es muy explicativo de lo que le pasa a mucha gente en el mundo
del deporte, pero la constancia y la confianza en la gente que de verdad merece
la pena le aporta ese halo de esperanza que completa una película que, a pesar
de que ya tiene un tiempo, nadie debe dejar de ver.
Por último, entre las muchas
películas deportivas de gran nivel, en este artículo quiero destacar Million
Dollar Baby. Esta emotiva historia llega al corazón del espectador demostrando
que, con tesón y mucho sacrificio, se puede llegar a la élite del mundo del
deporte siempre y cuando tengas claro lo que quieres y que estás dispuesto a
todo para conseguirlo. Evidentemente, con las dosis de talento necesarias y el
siempre aclamado boxeo en Hollywood como escaparate perfecto, la película
protagonizada y dirigida por Clint Eastwood es sencillamente sublime.
En definitiva, resulta obvio
pensar que sólo tres películas destacables es poco para todo lo que se ha hecho
en relación entre deporte y cine, pero pienso que entre las tres engloban todo
lo que a un espectador le obliga a ir al cine, como otras muchas películas que
también quedan mencionadas en este artículo. En cualquier caso, como conclusión
podemos destacar que el cine y el deporte son sinónimo de éxito en las apuestas
como en http://www.bet365.es/news/es/betting.
Guillermo Fernández
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