Sinopsis
‘La teoría del
todo’ es la historia de Stephen Hawking, la mente más brillante y el físico de
mayor renombre de la época actual, y de Jane Wilde, la estudiante de Arte de la
que se enamoró mientras estudiaban en Cambridge en los años sesenta. Se
esperaba muy poco de Stephen Hawking, un inteligente alumno de Cosmología que
carecía de voluntad y al que diagnosticaron una enfermedad mortal a los 21
años, por lo que solo le quedaban dos años de vida. Pero el amor que sintió por
Jane Wilde, otra alumna de Cambridge, le dio la fuerza suficiente para
convertirse en el sucesor de Einstein, casarse con ella y tener tres hijos.
Durante el matrimonio, a medida que Stephen se derrumbaba físicamente, su fama
académica alcanzaba cimas inesperadas, dando pie a errores que pusieron a
prueba su relación y alteraron dramáticamente la vida de ambos.
Ficha
Técnica
Título original: The theory of everything
País: Reino Unido
Año: 2014
Duración: 123 min.
Género: Biopic, drama
Dirección: James Marsh
Interpretación: Eddie Redmayne, Felicity Jones,
Charlie Cox, Emily Watson, Simon McBurney, David Thewlis
Guión: Anthony McCarten; basado en el libro “Hacia el
infinito”, de Jane Hawking
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Lisa Bruce y
Anthony McCarten
Música: Jóhann Jóhannsson
Fotografía: Benoît Delhomme
Montaje: Jinx Godfrey
Diseño de producción: John Paul Kelly
Vestuario: Steven Noble
Crítica
Una personalidad tan
relevante como Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes y prodigiosas
del siglo XX, necesitaba ya un biopic.
Incluso más que otros muchos personajes que han copado este subgénero dramático
en los últimos tiempos, y por qué no decirlo, las ceremonias de entrega de los
Oscar de los últimos quince años. Y por fin ha llegado, con notable y
reconocible flema británica, una puesta de largo de parte de su biografía que
trata de recoger los aspectos más llamativos de la misma.
Durante su primera
media hora, “La teoría del todo” es un biopic
de altura. Detalla sus logros a la vez que desarrolla, con total veracidad y
cercanía, el avance de la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad
neurodegenerativa que fue condenando las habilidades motrices de Hawking a
vivir a expensas de una silla de ruedas y de un aparato que traducía sus
pensamientos en palabras, mientras su cerebro continuaba completamente sano e
intocable. Primero se te escapan de las manos los objetos más cotidianos,
después tienes dificultad para andar, y por último no puedes hablar ni moverte,
y hasta tragar se convierte en una hazaña peligrosa.
Pero no sólo aborda el
problema desde el punto de vista del enfermo, sino que posteriormente tiene el
enorme acierto de mostrar de manera puntual el punto de vista de quienes tienen
que convivir con él, y es aquí donde la cinta hace especial hincapié en la
figura de su esposa, minada psicológica y físicamente ante la situación que
vive día a día. En este sentido, el trabajo de su pareja protagonista, Eddie
Redmayne y Felicity Jones, no podía ser mejor. Él, soberbio y meticuloso a la
hora de encarnar a Hawking, tanto que parece su doble, y ella cargando a sus
espaldas con convicción con un personaje complejo que por algunos de sus actos
podría no empatizar con el público.
“La teoría del todo”
viene a ser “Una mente maravillosa”, pero versión 2.0. No alcanza el nivel de
ñoñería de la oscarizada película de Ron Howard, ni mucho menos su nivel de
hipocresía, pero repite buena parte de sus esquemas. Es decir, es una versión
edulcorada de la vida de un genio y la relación con su esposa, sometidos ambos
al reto de convivir con una enfermedad dura y feroz. La dirección de James
Marsh tiene destellos de excelente director, como las constantes referencias al
trabajo de Hawking en los pequeños detalles como una mancha de café o la visión
de una hoguera a través de un suéter, pero acaba soterrada por el academicismo
y la corrección política de un producto destinado a llevarse galardones, que
prefiere dar rienda suelta al romance y las emociones antes que a la física
pura y dura y a analizar la figura del hombre tras el genio. Le falta encontrar
ese difícil equilibrio entre amor y ciencia. Lo que queda es un biopic que no molesta pese a su exceso
de sentimentalismo, pero que podría haber dado algo más que la simple física
del amor, esa que unifica lo más importante de la vida, la que nos permite
nuestro mayor legado a la Humanidad.
NOTA:
6 sobre 10
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