Sinopsis
Una familia va a
esquiar a los Alpes. Almuerzan en un restaurante cuando se produce una
avalancha y todo el mundo es presa del pánico. Ebba, la madre, llama a su
esposo Tomas para que le ayude a proteger a sus hijos, pero Tomas ha huido para
salvar su vida. La avalancha se detiene sin ocasionar daños; sin embargo, el
universo familiar no volverá a ser el mismo. La actitud de Tomas ha despertado
dudas y ahora busca desesperadamente la forma de recuperar su lugar como padre
de familia.
Ficha
Técnica
TÃtulo original: Turist
Dirección y guión: Ruben Östlund
PaÃses: Suecia, Francia y Noruega
Año: 2014
Duración: 120 min.
Género: Drama
Interpretación: Johannes Kuhnke (Tomas), Lisa Loven
Kongsli (Ebba), Vincent Wettergren (Harry), Clara Wettergren (Vera), Kristofer
Hivju (Mats), Brady Corbet (Brady)
Producción: Philippe Bober, Erik Hemmendorff y Marie
Kjellson
Música: Ola Flottum
FotografÃa: Fredrik Wenzel
CrÃtica
Una idÃlica estancia de
cinco dÃas en los Alpes. Tomas, Ebba y su familia están disfrutando de la
comida cuando de repente una avalancha se acerca a lo lejos hacia el
restaurante. Al principio, Tomas tranquiliza a los suyos advirtiendo que el
alud está controlado. Pero pronto el peligro se acerca más y más y la situación
escapa a su control. En una situación asÃ, ¿cómo actuarÃa cada uno de nosotros?
¿PondrÃamos a salvo a nuestros seres queridos antes que a nosotros mismos, o
predominarÃa el instinto de supervivencia?
En su nuevo trabajo
tras la laureada “Play”, el sueco Ruben Östlund propone un drama familiar con tintes
de comedia, o si lo prefieren una comedia tan ácida sacada de un contexto tan
dramático que es imposible no esbozar una sonrisa incómoda, en torno a un acto
de cobardÃa que irá creciendo en el seno de la familia protagonista y de los
que los rodean como si de una gran bola de nieve se tratase.
El realizador consigue
asà una serie de sublecturas de lo más interesantes. Por un lado, estamos
evidentemente ante una gigantesca avalancha emocional dispuesta a dinamitar
desde dentro la estabilidad conyugal y familiar, una mastodóntica terapia de
pareja servida con un malicioso guión y arropada por un excelente reparto de
actores, que acercan a la cinta al cine de Thomas Vinterberg. Pero también es
la historia del fracaso del hombre como macho protector de su manada, la
vergüenza de quien ha sacado a relucir su verdadero rostro y debe ser juzgado
por ello. Y entre otros muchos frentes abiertos, también tenemos el reflejo de
ese patetismo tan buñueliano al que
puede verse rebajada la clase acomodada ante una crisis.
Östlund consigue asà un
relato repleto de múltiples capas de nieve a punto de resquebrajarse, donde el
narcicismo, el egoÃsmo y la independencia individual frente a la vida familiar
se dan la mano. Y además logra algo que Vinterberg e incluso Michael Haneke manejan
muy bien, ese efecto de distanciamiento por el cual podemos analizar de manera
imparcial los actos de sus personajes sin identificarnos del todo
emocionalmente con ellos, amén de compartir con ellos también los altibajos de
ritmo y el no ir al grano en muchos momentos. Logra este distanciamiento, a
pesar de la tensión que rodea a sus protagonistas, arrancando la risa del
espectador que mira desde fuera una situación llevada hasta el extremo del
absurdo. A ninguno de nosotros nos gustarÃa vernos sepultados por esta colosal
bola de nieve. Pero qué divertido y retorcido es convertirse en juez y verdugo
desde la lejanÃa.
NOTA:
7 sobre 10
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