Si habéis dado un paseo por la capital española, tal vez os hayáis topado con algún que otro casco de la saga Star Wars de más de 3 metros de altura!
Así es como los fabricaron
El desafío:
Crear una reproducción
hiperrealista de los cascos emblemáticos de Star Wars, de un tamaño de 3,5 metros de altura. Decidimos producir
ocho cascos, cuatro de ellos icónicos de las anteriores entregas, conocidos por
todos, y cuatro pertenecientes a la nueva entrega Star Wars: El Despertar de la Fuerza.
Fase uno:
Partiendo de una selección de archivos
en 3D, se utilizaron robots de cinco ejes capaces de interpretar cualquier
forma imaginable gracias a su movimiento rotacional. Durante este proceso, fueron
desbastando gigantescas planchas de poliestireno expandido, dando forma así a
las piezas que forman cada uno de los cascos.
Fase dos:
Escultores de reconocido
prestigio, bajo la supervisión de José Antonio López Herrador, han trabajado
hasta el mínimo detalle, proporcionando un acabado único. Se han utilizado materiales tales como hilo caliente para
conseguir, poco a poco, un acabado hiperrealista.
· José
Antonio López Herrador
DESCUBRE DÓNDE ESTÁN SITUADOS LOS CASCOS, CON LA SIGUIENTE IMAGEN:
Un trabajo así necesita de los
mejores, y, como tal, hemos contado con José Antonio López Herrador, con más de
25 años de experiencia, como jefe de taller. Discípulo del famoso Escultor Eduardo
Chillida, es responsable de innumerables esculturas repartidas por todo el
territorio nacional e internacional.
Fase tres:
Una vez esculpidos, se produce el
endurecimiento del material utilizando una proyección de resina que, al
contacto con el poliestireno, cataliza y aporta dureza a la escultura. Para
este trabajo se han proyectado hasta 3 capas de resina, con el objetivo de
conseguir esculturas de alta dureza y resistencia.
Fase cuatro:
Una vez endurecida la resina, se
procede a un nuevo moldeado y posterior pulido para conseguir que las superficies
sean perfectamente lisas y homogéneas. En este proceso se ha utilizado masillas
y un proceso de pulimento.
Fase cinco:
Ya tenemos nuestras esculturas
listas para pintar. Lo hemos hecho siguiendo el mismo proceso utilizado en una
cabina de pintura para vehículos; se realiza una imprimación más tres bases de
pintura, mimando los detalles hasta conseguir que cada detalle del casco tenga
su color exacto.
Fase final:
Por último, los cascos se colocan
sobre una peana de 73 centímetros, formando una escultura conjunta de más de 3
metros de altura con una iluminación perimetral ubicada en cada vértice.
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