Crítica de 'Spotlight'



Título original: Spotlight
Año: 2015
Duración: 128 min.
País: Estados Unidos
Director: Thomas McCarthy
Guión: Thomas McCarthy, Josh Singer
Música: Howard Shore
Fotografía: Masanobu Takayanagi
Reparto: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci, Brian d'Arcy James, Gene Amoroso, Billy Crudup, Elena Wohl, Doug Murray, Sharon McFarlane, Jamey Sheridan, Neal Huff, Robert B. Kennedy, Duane Murray, Brian Chamberlain, Michael Cyril Creighton, Paul Guilfoyle, Michael Countryman
 

 
Basado en hechos reales, en el año 2003 un grupo de investigadores del periódico The Boston Globe, ganó el Premio Pulitzer al servicio público por sacar a la luz una trama de encubrimiento de casos de pederastia en la Archidiócesis de Boston. La película sigue la investigación llevada a cabo por estos periodistas, los cuales tienen que superar múltiples obstáculos para conseguir la verdad.

El director y guionista de la cinta, Thomas McCarty aborda un tema tan complejo y delicado como es la pederastia y la Iglesia, y lo hace sin caer en el morbo o el sensacionalismo. Con un enfoque parecido al thriller periodístico, extremadamente cautelosa frente al tema que involucra a la Iglesia Católica, no se intenta hacer una película sobre la pederastia cometida, o sobre los pederastas, sino sobre el buen hacer de un brillante grupo de periodistas.

Spotlight es una película correcta, sencilla, efectiva, que va de menos a más, y consigue encauzar un buen ritmo a medida que los periodistas van descubriendo más y más cosas sobre el caso. Pero ni es emocionante, ni llega a emocionar. Para una historia tan dolorosa, tan dura, la película se torna fría, distante, impersonal. Una de las primeras cosas que te enseñan a la hora de escribir un guión es que tienes que conseguir que el público se identifique con tus personajes. Pues bien, dudo que la mayoría pueda sentirse identificado con este grupo de periodistas tan poco definidos. Poco sabemos de ellos, y creo que hubiera ayudado a esa identificación por parte del público con los personajes, algo de desarrollo de su vida personal, o de su visión acerca del caso. Pasan meses y meses investigando noche y día y, aunque lo dan a entender, eso no afecta para nada a su vida personal, o al menos no muestran las consecuencias directas, no están estresados, no están cansados, no tienen dudas morales, siguen como el primer día, y tan solo el personaje de Mark Ruffalo se deja llevar por la pasión y pierde los nervios en la recta final del film. Es un pecado que ante una historia así, ni el director ni los protagonistas consigan encogerte el corazón, y al final solo tienes rabia, o incluso ni eso, tan solo indignación, ¿y cómo no la vas a tener si te dicen que está basada en hechos reales?

Otro de los grandes atractivos de la cinta era el trabajo de los actores. Mark Ruffalo, Rachel McAdams, Michael Keaton, John Slattery, Stanley Tucci o Liev Shcreiber hacen un trabajo bastante correcto sin que ninguno destaque notablemente sobre el resto, y las nominaciones de Ruffalo, y sobretodo McAdams a los máximos premios del cine parece exagerado.

En definitiva Spotlight es una película correcta y necesaria para que el mundo sepa la vergüenza que durante años estuvo encubriendo la Iglesia Católica. Pero por encima de todo es un alegato al buen periodismo, al que contrasta fuentes y busca datos. Al que arriesga y no se deja llevar por el sensacionalismo.

Laura Magaña Martínez
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